El drenaje linfático es una movilización manual del sistema linfático, que se realiza de una forma rítmica, suave y secuencial, usando solamente el movimiento de las manos.
Basada en dos tipos de movimientos, los de llamada (recogemos toda la linfa y la llevamos hacia los vasos linfáticos) y la de reabsorción (movimiento de bombeo ascendente), el drenaje linfático tiene la finalidad de desplazar y redirigir la linfa (sustancia que arrastra toxinas, gérmenes y células de desecho) que se encuentra estancada como edema, para su eliminación normal hacia el sistema circulatorio.
Los masajes tienen un efecto relajante sobre el cuerpo y mente. El drenaje linfático está indicado cuando hay exceso de retención de líquidos. En el caso de mujeres embarazadas se pueden realizar desde las primeras semanas de embarazo y se recomiendan especialmente en las últimas semanas, cuando el edema es más acentuado.
En cuanto a los masajes, puedes tomar sesiones de masajes de relajación y/o descontracturante según la recomendación de la kinesióloga a cargo.